ARTROSCOPIA DE Rodilla

    TÉCNICAS ARTROSCÓPICAS

    El Dr Luis Pérez Carro realiza las técnicas menos agresivas y más avanzadas en cirugía artroscópica y abierta de rodilla. Técnicas mínimamente invasivas y uso de membranas de plasma Rico en Factores (MPRGF) como acelerador de la cicatrización. Experto en cirugía de reconstrucción de ligamento cruzado anterior, cirugía meniscal y trasplantes de cartílago: Más de 1000 rodillas intervenidas.

    El Dr Luis Pérez Carro realizó el primer trasplante de menisco del Norte de España en el año 2004 siendo pionero con cirujanos de Barcelona y Madrid en realizarlos en España. Pionero en el tratamiento de las fracturas de tibia vía artroscópica con publicaciones internacionales en revistas de alto prestigio como Arthroscopy:


    • The arthroscopic Knot Technique for fracture of the intercondylar eminence of the tibia in children. Technical note. Arthroscopy. 10: 698-699. 1994.
    • Avulsion of the patellar ligament with combined comminutted luxation of the proximal tibial epiphysis. Journal of Orthopaedic Trauma. 5:355-358. 1996.
    • Arthroscopic Management of tibial Plateau Fractures: Special Techniques. Arthroscopy. 13:265-267. 1997
    • Bifurcate popliteus tendon. Arthroscopy.15:638-639.1999
    • Intercondylar notch fibrous nodule after total knee replacement. Arthroscopy. 15:103-105. 1999.
    • Multifocal osteonecrosis of the knee. American Journal of Knee Surgery.13:237-239. 2000
    • Electrosurgical patellar denervation. Arthroscopy 22:1028-e1-e3. 2006. The patella baja as a complication of total Knee replacement : use of Insall’s approach in its prevention. JBJS (Br). 2011


    Artroscopia rodilla:

    • Sinovectomía.
    • Ruptura de menisco.
    • Transplante meniscal.
    • Transplante de cartílago y lesiones cartilaginosas.
    • Ruptura del ligamento cruzado anterior y posterior.
    • Inestabilidad patelofemoral.
    • Fracturas.

    Desgarros o rupturas de los meniscos (Meniscus Tears)

    Su rodilla es la articulación más grande de su cuerpo y una de las más complejas. Debido a que usted la usa tanto, es vulnerable a sufrir lesiones. Como está formada de tantas partes, muchas cosas diferentes pueden desarreglarse. Los desgarros de los meniscos están entre las lesiones de rodilla más comunes. Los atletas, en especial quienes juegan deportes de contacto, tienen riesgo de sufrir desgarros de los meniscos. Sin embargo, cualquier persona a cualquier edad puede desgarrarse un menisco. Cuando la gente habla de un cartílago roto en la rodilla, por lo general se refiere a meniscos desgarrados.

    ANATOMÍA

    foto de rodilla

    Anatomía de la rodilla normal

    Tres huesos se unen para formar la articulación de su rodilla: el hueso del muslo (fémur), la espinilla (tibia) y la choquezuela (rótula). Dos porciones de cartílago en forma de cuña actúan como "absorbedores de impacto" entre su fémur y tibia. Estos se llaman meniscos. Son fuertes y elásticos para ayudar a acolchar la articulación y mantenerla estable.

    Descripción

    Los meniscos se desgarran de maneras diferentes. Los desgarros se definen por su aspecto y también por el lugar donde ocurre el desgarro en el menisco. Los desgarros comunes incluyen longitudinales, en pico de loro, en colgajo, en mango de balde y mixtos/complejos. Los desgarros de meniscos relacionados al deporte a menudo ocurren junto con otras lesiones de rodilla, como desgarros del ligamento cruzado anterior.

     imagenes de rodilla

    Tipos comunes de desgarros

    Causa

    Desgarros súbitos de los meniscos a menudo ocurren durante los deportes. Los jugadores pueden ponerse en cuclillas y tornear la rodilla, causando un desgarro. A veces hay un contacto directo involucrado, por ejemplo un placaje en el rugby. Los movimientos regulares que se hacen durante el trabajo pueden causar lesiones.

    Las personas mayores tienen más probabilidad de tener desgarros degenerativos de meniscos. El cartílago se debilita y se desgasta, afinándose con el tiempo. El tejido desgastado y añoso tiene más tendencia a los desgarros. Solo tornearse bruscamente al levantarse de una silla podría ser causa suficiente de un desgarro si los meniscos se han debilitado con la edad.

    Síntomas

    Usted puede sentir un sonido como de explosión de burbuja ("pop") cuando se desgarra un menisco. La mayoría de las personas igual caminan con la rodilla lesionada. Muchos atletas siguen jugando con un desgarro. Después de 2 o 3 días, su rodilla gradualmente se pondrá más rígida e inflamada.

    Los síntomas más comunes de desgarro de los meniscos son

    • Dolor
    • Rigidez e inflamación
    • Inmovilización o trabado de su rodilla
    • La sensación de que su rodilla "colapsa"
    • Usted no es capaz de mover la rodilla en el rango completo de movimiento.

    Sin tratamiento, un pedazo del menisco podría soltarse y migrar al interior de la articulación. Esto puede causar que su rodilla falle, cruja o se trabe.

    Examen médico

    Examen físico e historia del paciente

    Después de discutir sus antecedentes médicos y síntomas, el médico examinará su rodilla. El profesional comprobará si hay dolor a la presión en la línea articular donde se ubica el menisco. Esto a menudo es señal de un desgarro.

    Uno de los principales exámenes para los desgarros de meniscos es la prueba de McMurray. Su médico le flexionará la rodilla, luego la llevará a la posición recta y la rotará. Esto pone tensión en un menisco roto. Si usted tiene un desgarro de menisco, este movimiento causará un sonido 'clic'. Su rodilla hará 'clic' cada vez que su médico haga la prueba.

    Exámenes con imágenes

    Otros problemas de rodilla causan síntomas similares, por lo que su médico podría indicarle exámenes con imágenes para ayudar a confirmar el diagnóstico. Radiografías (rayos X): Aunque las radiografías no muestran los desgarros de meniscos, pueden mostrar otras causas de dolor de rodilla, como la osteoartritis. Resonancia magnética (MRI): Este estudio puede crear mejores imágenes de los tejidos blandos de la articulación de su rodilla.


    Desgarros o rupturas de los meniscos (Meniscus Tears)-(segunda parte)

    Tratamiento

    De qué manera su cirujano ortopédico tratará su desgarro dependerá del tipo de desgarro que usted tenga, el tamaño y la ubicación.

    El tercio exterior de un menisco tiene mucha irrigación de sangre. Un desgarro en esta zona "roja" podría cicatrizar por sí solo, o a menudo puede repararse con cirugía. Un desgarro longitudinal es un ejemplo de este tipo de desgarro. En contraste, los dos tercios interiores del menisco carecen de irrigación sanguínea. Sin nutrientes de la sangre, los desgarros en esta zona "blanca" no pueden cicatrizar. Estos desgarros complejos a menudo ocurren en cartílago fino y desgastado. Como los pedazos no pueden unirse para regenerarse, los desgarros en esta zona por lo general se recortan quirúrgicamente.

    Además del tipo de desgarro que usted tenga, su edad, nivel de actividad y cualquier lesión relacionada serán factores que influirán en su plan de tratamiento.

    Tratamiento no quirúrgico

    Si su desgarro es pequeño y en el borde exterior del menisco, podría no requerir reparación quirúrgica. Siempre y cuando sus síntomas no persistan y su rodilla esté estable, el tratamiento no quirúrgico podría ser todo lo que usted necesite.

    RICE: El protocolo RICE es efectivo para la mayoría de las lesiones relacionadas al deporte. RICE es la sigla del inglés que significa R=Reposo, I=Hielo, C=Compresión y E=Elevación.

      • R=Reposo. Deje por un tiempo la actividad que causó la lesión. Su médico podría recomendarle que use muletas para evitar el peso en su pierna.
      • I=Hielo. Use paquetes fríos durante 20 minutos cada vez, varias veces al día. No aplique hielo directamente sobre la piel.
      • C=Compresión. Para prevenir hinchazón adicional y pérdida de sangre, use un vendaje elástico para compresión.
      • E=Elevación. Para reducir la inflamación, reclínese cuando descansa y ponga su pierna en alto por encima del nivel de su corazón.

    Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos. Los medicamentos como la aspirina y el ibuprofen reducen el dolor y la inflamación.

    Tratamiento quirúrgico

    Si los síntomas persisten con el tratamiento no quirúrgico, su médico podría sugerir la cirugía artroscópica.

    Procedimiento: La artroscopia de rodilla es uno de los procedimientos quirúrgicos más comúnmente realizados. En este procedimiento, una cámara en miniatura se inserta a través de una pequeña incisión. La artroscopia da una visión clara del interior de la rodilla. Su cirujano ortopédico inserta instrumentos quirúrgicos en miniatura a través de otras incisiones pequeñas para rebajar con recortes o reparar el desgarro.

     imagenes de rodilla

    Artroscopia de rodilla.


     imagenes de rodilla

    Primer plano de reparación de un menisco.


    Rehabilitación: Después de la cirugía, su médico puede poner su rodilla en un enyesado o un inmovilizador para impedir que se mueva. Cuando la cicatrización inicial se complete, su médico indicará ejercicios de rehabilitación. Es necesario el ejercicio regular para restablecer la movilidad y la fortaleza de su rodilla. Usted comenzará con ejercicios para mejorar el rango de movimiento. Gradualmente se agregarán ejercicios para fortalecer a su plan de rehabilitación. La mayoría de la rehabilitación puede llevarse a cabo en su casa, aunque su médico puede recomendar terapia física.

    Recuperación

    Los desgarros de meniscos son lesiones de rodilla extremadamente comunes. Con el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación adecuados, los pacientes a menudo recuperan sus capacidades previas a la lesión.

    Lesiones del ligamento cruzado anterior (Anterior Cruciate Ligament (ACL) Injuries)

    Una de las lesiones de rodilla más comunes es un esguince o desgarro del ligamento cruzado anterior (ACL). Los atletas que participan en deportes de alta demanda como el fútbol, fútbol americano y baloncesto tienen más probabilidad de lesionarse los ligamentos cruzados anteriores. Si usted se ha lesionado un ligamento cruzado anterior, podría requerir cirugía para recobrar plena función de su rodilla. Esto dependerá de varios factores, como la severidad de la lesión y su nivel de actividad.

    Anatomía

     imagen de rodilla

    Anatomía de la rodilla normal, vista de frente Tres huesos se unen para formar la articulación de su rodilla: el hueso del muslo (fémur) la espinilla (tibia) y la rótula. La rótula está ubicada en la cara anterior de la articulación para proveer cierta protección. Los huesos se conectan con otros huesos mediante ligamentos. Hay cuatro ligamentos primarios en su rodilla. Estos actúan como fuertes cuerdas para sostener la unión de los huesos y mantener estable su rodilla.

    Ligamentos colaterales

    Estos se encuentran a los lados de su rodilla. El ligamento colateral medial está en la superficie interna y el ligamento colateral lateral está en la superficie externa de la articulación. Estos controlan el movimiento hacia los lados de su rodilla y protegen impidiendo un movimiento inusual.

    Ligamentos cruzados

    Estos se encuentra en el interior de la articulación de su rodilla. Se cruzan uno con otro formando una "X", con el ligamento cruzado anterior adelante y el ligamento cruzado posterior detrás. Los ligamentos cruzados controlan el movimiento de su rodilla hacia atrás y hacia adelante.

    El ligamento cruzado anterior corre diagonalmente en la mitad de la rodilla. Previene que la tibia se salga de posición, que la dejaría delante del fémur, y también provee estabilidad rotacional a la rodilla.


    Descripción

    Más o menos la mitad de todas las lesiones del ligamento cruzado anterior ocurren con daño a otras estructuras de la rodilla, como el cartílago articular, el menisco u otros ligamentos. Los ligamentos lesionados se consideran "esguinces" y se clasifican según una escala de severidad.

    Esguinces grado 1: El ligamento es dañado levemente en un esguince grado 1. Se ha estirado ligeramente, pero aún es capaz de ayudar a mantener estable la articulación de la rodilla.

    Esguinces grado 2: Un esguince grado 2 estira el ligamento al punto donde queda suelto. Con frecuencia se lo llama un desgarro parcial del ligamento.

    Esguinces grado 3: A este tipo de esguince más comúnmente se lo llama un desgarro completo del ligamento. El ligamento ha sido dividido en dos pedazos y la articulación de la rodilla es inestable.

    Los desgarros parciales del ligamento cruzado anterior son raros; la mayoría de las lesiones del ACL son desgarros completos o casi completos.

    imagen de rodilla

    Causa

    El ligamento cruzado anterior puede lesionarse de varias maneras:

    • Cambiando rápidamente de dirección.
    • Deteniéndose súbitamente.
    • Desacelerando mientras se corre.
    • Aterrizando incorrectamente de un salto.
    • Por contacto directo o colisión, como un placaje del fútbol americano.

    Varios estudios han demostrado que las mujeres atletas tienen una incidencia mayor de lesiones del ACL que los hombres atletas en determinados deportes. Se ha sugerido que se debe a diferencias en el estado físico, la fortaleza muscular y el control neuromuscular. Otras causas sugeridas incluyen diferencias en la alineación de la pelvis y extremidad inferior (pierna), mayor holgura en los ligamentos, y efectos de los estrógenos en las propiedades de los ligamentos.

    Síntomas

    Cuando usted se lesiona un ligamento cruzado anterior, podría oír un "crujido" y podría sentir que su rodilla cede dejándolo sin apoyo. Otros síntomas típicos incluyen:

    • Dolor con inflamación. En las siguientes 24 horas, su rodilla se hinchará. Sin tratamiento, la hinchazón y el dolor podrían resolverse por sí solos. Sin embargo, si usted intenta retomar los deportes, su rodilla probablemente estará inestable y usted se arriesga a sufrir daños adicionales al cartílago que acolcha su rodilla (menisco).
    • Pérdida del rango completo de movimiento.
    • Dolor a la presión a lo largo de la línea articular.
    • Incomodidad al caminar.

    Lesiones del ligamento cruzado anterior (Anterior Cruciate Ligament (ACL) Injuries)-(segunda parte)

    Examen médico

    Examen físico e historia del paciente: Durante su primera visita, su médico hablará con usted sobre sus síntomas e historia médica. Durante el examen físico, su médico revisará todas las estructuras de su rodilla lesionada y las comparará con su rodilla no lesionada. La mayoría de las lesiones de ligamentos pueden diagnosticarse con un examen físico completo de la rodilla.

    Estudios con imágenes: Otros exámenes que podrían ayudar a su médico a confirmar su diagnóstico incluyen:

    Radiografías (rayos-X): Aunque no mostrarán ninguna lesión a su ligamento cruzado anterior, las radiografías pueden mostrar si la lesión está asociada con un hueso roto.

    Resonancia magnética (MRI): Este estudio crea mejores imágenes de los tejidos blandos, como el ligamento cruzado anterior. Pero por lo general no se requiere una MRI para hacer el diagnóstico de un ACL desgarrado.

    Tratamiento

    El tratamiento para un desgarro de ACL variará según las necesidades individuales del paciente. Por ejemplo, lo más probable es que el joven atleta que realiza deportes de agilidad requiera cirugía para retomar los deportes de manera segura. La persona menos activa, generalmente de más edad, podría regresar a un estilo de vida más sedentario sin someterse a una cirugía.

    Tratamiento no quirúrgico

    Un ACL desgarrado no cicatrizará sin cirugía. Pero el tratamiento no quirúrgico podría ser efectivo para pacientes ancianos o que tienen un nivel de actividad muy bajo. Si la estabilidad global de la rodilla está intacta, su médico podría recomendar opciones simples no quirúrgicas.

    Elementos ortopédicos/ inmovilizadores: Su médico podría recomendarle una rodillera ortopédica para proteger su rodilla de la inestabilidad. Para proteger adicionalmente a su rodilla, tal vez le den muletas para evitar que su pierna apoye el peso.

    Terapia física: A medida que la hinchazón baja, se comienza un programa cuidadoso de rehabilitación. Ejercicios específicos restablecerán la función de su rodilla y fortalecerán los músculos de la pierna que sostienen la rodilla.

    Tratamiento quirúrgico

    Reconstrucción del ligamento: La mayoría de los desgarros del ACL no pueden volver a unirse con sutura (puntadas). Para reparar quirúrgicamente el ACL y restablecer la estabilidad de la rodilla, el ligamento debe ser reconstruido. Su médico reemplazará su ligamento desgarrado con un injerto de tejido. Este injerto actúa como un andamio que dará apoyo al crecimiento del nuevo ligamento.

    Los injertos pueden obtenerse de varias fuentes. A menudo se toman del tendón de la rótula, que corre entre la rótula y la tibia. Los tendones de la corva en la parte posterior del muslo son una fuente común de injertos. A veces se usa un tendón del cuádriceps, que corre de la rótula al interior del muslo. Finalmente, puede usarse injerto de cadáver (aloinjerto).

    Hay ventajas y desventajas en todas las fuentes de injertos. Usted debería discutir las opciones de injerto con su cirujano ortopédico para ayudar a determinar cuál es la mejor para usted.

    Toma tiempo para que el tejido vuelva a crecer, por lo que podrían pasar seis meses o más antes que un atleta pueda retomar los deportes después de la cirugía.

    Procedimiento: La cirugía para reconstruir un ligamento cruzado anterior se hace con un artroscopio usando pequeñas incisiones. La cirugía artroscópica es menos invasiva. Los beneficios de las técnicas menos invasivas incluyen menos dolor de la cirugía, menos estadía en el hospital, y tiempos de recuperación más rápidos.

    A menos que la reconstrucción del ACL sea el tratamiento para una lesión combinada de ligamentos, por lo general no se hace inmediatamente. Esta demora da una oportunidad para resolver la inflamación, y permite un regreso del movimiento antes de la cirugía. Realizar una reconstrucción del ACL muy precoz aumenta mucho el riesgo de artrofibrosis, o la formación de cicatriz en la articulación, lo que arriesgaría una pérdida del movimiento de la rodilla.

    Rehabilitación

    En cualquiera de los dos casos, tratamiento con cirugía o sin cirugía, la rehabilitación juega un papel fundamental para retomar sus actividades diarias. Un programa de terapia física lo ayudará a recuperar la fuerza y el movimiento de la rodilla. Si usted tiene cirugía, la terapia física se concentra primero en restablecer el movimiento de la articulación y los músculos que la rodean. Esto es seguido de un programa de fortalecimiento diseñado para proteger al nuevo ligamento. Este fortalecimiento gradualmente aumenta la tensión a través del ligamento. La fase final de la rehabilitación apunta a un retorno funcional que se adapte al deporte del atleta.

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